Somos mitad hombre y mitad animal.
Tengo sueños donde se conjugan tus manos y mi cuerpo, y mi lengua es el instrumento de tu placentera muerte. Conocemos los rincones abismales de las mutuas sensaciones, y los dos somos rizófagos mordiéndonos las entrañas. Y me muestras cuadros de erotismo con tu cuerpo y te transformas en el lienzo donde plasmo mis deseos.
Tengo cofres donde guardo a puñados tus caricias y tus besos, y mi lengua es la nave que te transporta a otras dimensiones. Traspasamos las barreras de la moral y los gritos se vuelven nuestro juego favorito, y los dos somos un minotauro a la hora de atacar. Y me escabullo por tus brazos en el momento en que deliras sin cesar y te remonto de nuevo a las fosas del placer en un abrir y cerrar de ojos.
Tengo arrebatos de extravagancia y te arranco a mordidas la carne y los besos, y mi lengua bebe a sorbos las transpiraciones del amor. Trenzamos mutuamente nuestros abrazos y los dos somos capullos a punto de florecer. Y te vistes de gala con mis vellos y moldeas mis gestos con calor.
Y mi lengua es el arma que aniquila tus ganas.