Hoy se rompe el cascarón que protegía mi frágil alma, hoy la muerte amarra mis meñiques y el diablo me canta una canción de cuna. Hoy mastico y me atraganto con mis propias pesadillas y resurjo poco a poco desde mis adentros. La cordura que aún quedaba en mi, ha cometido suicidio y mi conciencia se lava las manos quitándose de culpas. Hoy se acaba el ciclo evolutivo en mi persona y lo que había ganado se despelleja con afán de desnudarme, de dejarme en carne viva para convertirme en carnada fácil para tus costumbres carroñeras.
Las punzadas en mis dedos son señales de que estas presente, el sangrado en mi garganta es necesidad de tus besos, de tu lengua y el ennegrecimiento de mis extremidades es por falta de uso. Hoy las venas de mi cuerpo se han llenado con arsénico y el forense me espera para adquirir de tajo mis entrañas, para extasiarse con el cuerpo que aún te pertenece, que a pesar de muerto sigue vivo.
Hoy has roto mis alas, más no mis ganas y algún día como hoy, podré decir que se ha roto tu recuerdo.
1 comment:
Uh... desde los dos primeros renglones de tu texto se SIENTE, me agradó bastante tu estilo, Utopía, a veces lo que escribiste me queda justo como cadena al dedo sangrante.
Te seguiré visitando. Que los sátiros negros colmen tus ojos con inspiración.
Saludos abismales.
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