Hay cicatrices que palpitan pero ya no se abren, ya no sangran.
Hay nombres que retumban pero ya no ensordecen.
Hay personas que se sienten pero ya no duelen.
Hay noticias que siguen impactando pero ya no hacen llorar, hacen recordar, hacen sentir incluso una pequeña y extraña sensación de alegría, de satisfacción.
Pero hay sentimientos que siguen estando siempre, camuflajeándose para adecuarse a la situación.

Me alegro por ti, ya te lo merecias. Mientras dure.
Te siento.

A veces me pregunto encerrada en mi minúscula incertidumbre traicionera, en esta incertidumbre que amo y añoro por momentos; ¿en qué parte del universo me encuentro? ¿en que parte de este mundo no est/oy/as/tamos?

¿En que parte de este cuerpo no mio, puedes no habitar?

Hay ciertos momentos en los que dudo querer saber la respuesta

¿En qué punto del camino me/te/nos/lo perdí?