Ya no puedo, simplemente ya no puedo.
Palabras de aquí y de allá, palabras tuyas que me queman, palabras de ella que me queman solo palabras y palabras. ¿Y es que acaso a nadie le interesa como me siento yo? Es insoportable estar en medio y es triste saber que yo misma me lo busqué. Quisiera estar sorda pero más aún quisiera ser insensible, quisiera ya no albergar más esto que me mata, que me importa, que me hace daño y me hace feliz irónicamente. Quisiera que ya nadie confiara en mí, quisiera ya no saber tanto y dar el aspecto de alguien que no soy para ver si así los secretos que me cuentan se alejan de herir mi alma. Quisiera que no me apreciaras y poder desaparecer, quisiera no sentir, no sentirte. Quisiera dormir tanto, tanto para cuando despierte los años hayan pasado y tu con ellos. Quisiera que la vida se fuera deshaciendo poco a poco como ahora deshago un trozo de queso entre mis dientes.

Quisiera no saborearte, y que mis sábanas no reclamaran a gritos mis sueños llenos de ti, quisiera que las paredes de mi cuarto no estuvieran pintadas con mi sangre y más quisiera que los trozos de tu cuerpo esparcidos en mi mente volaran lejos cual cenizas que jamás volverán a ser lo que nunca fueron.

Quisiera tantas cosas y dentro de ellas estas tu.

Por el momento solo quiero llorar y llorar para sanar como siempre lo he venido haciendo.