En esta noche que apenas empieza, con los calores húmedos de las once de la noche quisiera dormir y dormir dedicándote mil letras, pero no logro conciliar el sueño pensando si estas dormido boca-arriba o boca-abajo. Me persigue la imagen inquietante de tu nariz. Esa nariz alta, esbelta, imponente e infantil que se abre y se infla lentamente al compás de tu pecho y de tus pelos que cabalgan encima de tus hombros con arrogancia encantadora. Y esque tienes un perfil EXQUISITO!!! Tienes una candidez en los labios y una suave melancolía ocular, pero es tu nariz la que me impulsa; la que aviva los placeres que hay en mi. Semejante rigidez, semejante delicadeza, semejante finura helénica que combina con todo tu cuerpo de estatua griega. Cohabita en perfecta armonía con tus facciones, con tus orejas (aquí hago una pausa tratando de recordar tus orejas que pocas veces he visto debido a lo largo de tu pelo) y me encanta la manera en que se mueve como un pequeño ratón que salta cuando te ries como estúpido y enseñas tu también hermosa y pequeña blanca dentadura. Es idiotizante observarte, es infinito el tiempo invertido cada mañana que pasas y te observo sin disimulo, fotografiando con mis pupilas poco a poco cada espacio tan tuyo, es infinito el tiempo que paso imaginando a solas y en tu presencia, el color marrón o tostado que puede haber dentro de tus ropas, los sabores multiples que guardan celosamente tus pliegues, tus poros, tu boca; e imagino la cantidad de movimientos y mañas que ha de tener tu boca al besar. Siguen siendo las once con unos cuantos minutos más y aquí sigo, o seguimos (tu imagen y yo) pasando una velada encantadora espulgando más y más en mi imaginación (en tu persona) para evitar las pesadillas de que no éstas, de que nunca te tendré. Buenas noches TE DESEO