Tuesday, June 27, 2006

Me deprimen los días como hoy. No he salido en todo el día de la casa más que al jardín y a la cochera, me llena de melancolía y tristeza lo nublado del cielo y el ligero frio del aire amenazante golpea mi triste semblante; sin quererlo, hasta la naturaleza hace que piense en ti y justo ahora es cuando más necesito de ese abrazo cálido, de esos brazos enrollados en mi tronco de los que me costaba despegarme a diario. Estoy aquí frente al monitor y me abruma la monotonía de estas vacaciones insípidas sin ti, la monotonía de que una vez más dormiré casi a las 4 de la mañana y que una vez más mi hora de despertar será a eso de las 2 cuando mi columna vertebral este adolorida de mis intentos por conciliar el sueño. Son las 9 casi las 10 de la noche y los dolores de espalda me exigen que haga algo mas que no sea pensarte, mis piernas quisieran salir corriendo lejos de aquí pero en mis circunstancias ellas son las únicas que se van ya que el resto de mi ser se queda admirando la foto que tiré detrás del tocador para ocultar tu gélida mirada. Había prometido no llorarte y no dejar que la tristeza ocupara una vez más mi cuerpo, pero creo que soy de las personas que no cumplen las promesas porque esas dos cosas son las primeras que no he cumplido. Y estoy harta de ver como la vida se rie de mi falta de voluntad, como la gente y como tu más que nada se burla de mis intentos por hacerme la fuerte. Tristemente no soy así, debio dios haberme dado mas ganas para sobrellevar esto. Creo que debí de haber sido pan o agua o flor.

2 comments:

Utopía said...

quién eres viejo corazón? gracias por los comentarios. No tienes blog, hay algun lugar a donde me pueda meter para leerte o para ver quien eres?

Verónica R said...

vaya vaya admiradores secretos ehh.. no a ver Cloè regresa a tu comentario... lo que se debe de saber siempre se sabe..


regresando..


recuerdo mis primeras lluvias, eran no àcidas, mas bien saladas.. crudas y dolorosas..

tenìa en Torreòn una costumbre que aùn conservo.. llover..

si, cada que el cielo llovìa yo llovìa con èl, era como un pacto en silecio, un mutuo acuerdo y en cuanto yo me entristecìa fuerte el se nublaba presto.. inmediado.. doloroso y cafè obscuro o gris morado..

asì que en reciprocidad, yo llovìa y èl llovìa conmigo..

yo solìa pensar que era quien lo acompañaba y quien daba màs en esta relaciòn, finalmente era yo quien iniciaba la lluvia.. pero ahora que lo escribo es el absurdo de lo absurdo.. èl siempre me ha dado màs..

y siempre ha llovido cuando yo no puedo llover.. y entonces, detràs del cristal o en plena avenida lluevo.


gracias por recordàrmelo.

un beso..

V.