El día está triste, ¿Será porque sabe que en estos momentos lo único que quiero es olvidar que existo?. Sin embargo, los zapatos de la gente siguen indiferentes su rumbo.
Me estoy secando por dentro, y quiero avivar las grietas del amor.
Dicen que el té de manzanilla, con unos cuantos clavos, es bueno para la jaqueca, y el mal de amor. Pero yo lo que necesito es más que un simple remedio casero para mitigar el dolor.
Debo tomar una dosis fuerte de valeriana, arsénico y ponzoña; tal vez así los fantasmas del recuerdo y el olvido se aniquilan por completo.
Esto me hace enloquecer porque de verdad no se que quiero.
No se si quiero olvidar todo o si prefiero no olvidar del todo.
Lo único que sé con seguridad es que para mi próxima terapia catártica,
la tarea por hacer es, rezar dos padres del olvido y un ave del recuerdo.
Tal vez con estas oraciones ni uno ni el otro se iran de mi lado nunca.
Por si acaso, rezare también un angel del desquicio.
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