Friday, September 17, 2004

¡Vaya manera de condimentar la vida!

Me despierta el olor pútrido de la vida cotidiana.
Una vez más tengo que subirme al tren de la supervivencia.
Me alegra ver al mendigo, ganarse unos centavos.
Es sublime ver en cada esquina
al niño que se esfuerza por llevarse el pan a la boca.
Las prostitutas adornan los camellones
como pulcras flores esperando al jardinero.
Y yo, contemplo esta triste historia llamada existencia.
Le sonrío al corrupto y convivo con el hipócrita
Me embruja el llanto del abatido
Y me entretiene el dolor de los enfermos
El hambre de los pobres deleita mis sentidos
Me inspiro en la comodidad del acaudalado .
Me acuesto con el murmullo de los alaridos de la vida
Y pienso que las dificultades son atractivas
Porque la vida sin problemas no tiene sabor. ¡Vaya manera de condimentar la vida!

No comments: