Hoy derramé las primeras lágrimas por ti, espero y no sean solo éstas, sino muchas más. Hoy mi corazón se dio cuenta del sentimiento que lo apresa, que lo domina y esclaviza.
Esa forma tuya de mirar, esa sonrisa que se esboza en tu boca y tu aquietada manera de hablar, me hacen ahondarme en el más recóndito rincón de mi sentir. No se como comenzó ni como llegaste a formar parte indispensable de mi vida. Me río al saber que te pienso, que te extraño y que tengo deseos de verte. Te busco, te busco entre la gente, entre el espacio, te busco en tu reservada y única manera de coexistir, te busco en todo, te busco en mi.
Eres el huésped que mi corazón anhelaba, eres la fuerza que me incita a escribir estos versos , versos que hace tiempo estaban sin vida, sin dueño, inertes.
Esa mirada que dice más de lo que deberías pensar, ese intelecto, esa inocencia y ese andar, son lo que me hace delirar. Háblame, mírame, ¿te darás cuenta a caso de que existo? Espero no pasar desapercibida , espero mínimo que mi sonrisa estúpida, que estoy segura que has notado, no te sea indiferente, porque de las lagrimas que hoy derramo, TÚ, no eres inocente.
Esa forma tuya de mirar, esa sonrisa que se esboza en tu boca y tu aquietada manera de hablar, me hacen ahondarme en el más recóndito rincón de mi sentir. No se como comenzó ni como llegaste a formar parte indispensable de mi vida. Me río al saber que te pienso, que te extraño y que tengo deseos de verte. Te busco, te busco entre la gente, entre el espacio, te busco en tu reservada y única manera de coexistir, te busco en todo, te busco en mi.
Eres el huésped que mi corazón anhelaba, eres la fuerza que me incita a escribir estos versos , versos que hace tiempo estaban sin vida, sin dueño, inertes.
Esa mirada que dice más de lo que deberías pensar, ese intelecto, esa inocencia y ese andar, son lo que me hace delirar. Háblame, mírame, ¿te darás cuenta a caso de que existo? Espero no pasar desapercibida , espero mínimo que mi sonrisa estúpida, que estoy segura que has notado, no te sea indiferente, porque de las lagrimas que hoy derramo, TÚ, no eres inocente.
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